Festejos

Samperio: Piélagos y Polanco son dos pueblos hermanos, con tradiciones y lazos sentimentales que nos unen, mucho más allá de nuestra situación geográfica

La alcaldesa de Piélagos ha sido este domingo la pregonera de las Fiestas de San Pedro Advíncula, en Polanco, las primeras que se celebran con normalidad, tras las restricciones de los últimos años debido a la pandemia

La alcaldesa de Piélagos, Verónica Samperio, ha sido este domingo, 31 de julio, la pregonera de las Fiestas de San Pedro Advíncula en el municipio vecino y amigo de Polanco.

Samperio ha comenzado su intervención agradeciendo a su regidora municipal, Rosa Díaz, así como al resto de su equipo de gobierno su elección como pregonera de las primeras fiestas que se celebran con normalidad, tras las restricciones de los años anteriores debido a la pandemia.

“Os puedo decir que es ese tipo de regalos que sólo te pueden hacer los amigos que te quieren y te conocen bien y es que, entre todos vosotros, yo me siento como en casa”, ha reconocido.

Samperio ha asegurado que Piélagos y Polanco son “mucho más que dos municipios limítrofes”. En realidad, ha dicho, “son dos pueblos hermanos, con tradiciones y lazos sentimentales que nos unen, mucho más allá de nuestra situación geográfica”.

En este sentido, ha hecho hincapié en que, a pesar de que ahora “está de moda” y asumimos como “algo normal”, el hacer grandes viajes, recorrer el mundo y vivir todo tipo de “experiencias exóticas”, a veces, sin embargo, nos olvidamos de algo muy importante como es, para ella, nuestra cultura y nuestras tradiciones, “aquellas que nos dicen quiénes somos y de dónde venimos”.

“Polanco y Piélagos tienen una historia común” ha afirmado Samperio. Así, se ha referido no sólo a Rumoroso, ese pueblo de Polanco, que antes perteneció a Piélagos sino a todas esas generaciones que, como ya hacía su propia abuela cuando era joven, han atravesado -y siguen haciéndolo- todos los veranos el monte que va desde la Virgen de Valencia a Soña para acudir a las romerías y verbenas de Polanco, lo mismo hacen, a la inversa, los vecinos de este otro municipio.

“Cada 16 de agosto, los de Piélagos acudimos a Posadillo a celebrar con vosotros San Roque, a pedir que nos proteja de la peste y de otros males y vosotros, nos visitáis y celebráis con nosotros nuestra patrona, la Virgen de Valencia”, ha rememorado Samperio.

De hecho, ha recordado como ese “intercambio vecinal”, por el alto de Soña, para celebrar ambas fiestas religiosas u otras de los distintos pueblos de los dos municipios, ha sido el origen de muchas relaciones entre las personas de ambos lados.

¿Quién no conoce algún noviazgo que empezó en las fiestas de San Roque, en las de la Virgen de Valencia, en las de San Salvador o en estas de San Pedro?, se ha preguntado la alcaldesa de Piélagos.

“Yo, como nieta de una vecina de Salcedo, podría nombrar varios matrimonios, que se asentaron en uno u otro municipio”, ha relatado Samperio, quien ha apuntado que, en todos los casos, son “historias de vida, de carne y hueso, que no han hecho otra cosa que contribuir a estrechar esos vínculos emocionales que nos unen a Polanco y Piélagos”.

Durante su intervención, Samperio se ha definido como una defensora de nuestra cultura, de nuestras raíces y de nuestra identidad, al tiempo que se ha mostrado convencida de que “las fiestas de los pueblos son eso: cultura y tradición”.

“La diversión, las risas, los abrazos y los reencuentros hacen que, generación tras generación, sigamos escribiendo páginas de la historia de nuestros lugares, de aquellos donde crecimos, de aquellos donde vivimos”, ha enfatizado la alcaldesa de Piélagos, quien ha animado al público a que nunca dejen de ser romeros, esos peregrinos dispuestos a cruzar el monte para reencontrarse con esos vecinos que también son amigos.

“Cada vez que vengo a Polanco me siento en casa y lo que espero y deseo es que vosotros cuando vayáis a Piélagos os ocurra lo mismo porque no vais al municipio limítrofe, vosotros vais a vuestra otra casa” ha aseverado Samperio, quien ha concluido que amistad, fraternidad, entendimiento, confianza y larga memoria  es lo que nos une a ambos municipios.