Salud

Danza terapéutica, una ventana abierta a la vida para las mujeres tras el cáncer de mama

Una treintena de mujeres ha participado en el II Programa de bienestar ‘Aplicando la danza para la sociedad’ organizado por el  Ayuntamiento de Piélagos, en colaboración con el Proyecto ‘Pura Vena’ (https://www.puravena.es/), que lidera la bailarina, coreógrafa e investigadora Lucía Sierra Cano

La danza terapéutica se ha convertido en una ventana abierta a la vida para mujeres como Lola Solarana o Carmen Romaris tras haberse enfrentado al cáncer de mama.

Ellas han sido dos de las participantes en el II Programa de bienestar ‘Aplicando la danza para la sociedad’ organizado por el  Ayuntamiento de Piélagos, en colaboración con el Proyecto ‘Pura Vena’ (https://www.puravena.es/), que lidera la bailarina, coreógrafa e investigadora Lucía Sierra Cano.

Aunque inicialmente tenía como finalidad fomentar la práctica de la danza como recurso terapéutico para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por el cáncer  (principalmente de las mujeres con cáncer de mama), la iniciativa que esta vecina de Carandía puso en marcha en 2017 se ha consolidado, además, como un método de prevención para la sociedad, en general.

De esta forma, tan sólo a lo largo de los últimos tres meses, una treintena de mujeres -11 de ellas con cáncer de mama- ha podido trabajar el método del Psicoballet, una técnica psicoterapéutica de origen cubano, que consiste en utilizar el ballet como una herramienta de ayuda para mejorar la conciencia y postura corporal, la coordinación o la flexibilidad, entre otros muchos beneficios.

Lucía Sierra Cano, que este mes de julio defenderá en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid su tesis doctoral, basada en las experiencias que ha venido desarrollando desde que puso en marcha el Proyecto ‘Pura Vena’, explica que el Psicoballet es capaz de adaptarse a cualquier persona teniendo en cuenta su patología y condición física, sin que sean necesarios los conocimientos previos de danza.

En este sentido, destaca que durante las sesiones que ha impartido en el Centro Cultural Quijano entre los meses de abril y junio, ha combinado este método con diferentes técnicas  de   preparación   para   el   cuerpo   como   el   pilates,  el yoga  o la propia danza contemporánea.

Danza como recurso terapéutico

Coincidiendo con la clausura de II Programa de bienestar ‘Aplicando la danza para la sociedad’, Lucía Sierra Cano ha querido hacer un reconocimiento simbólico a las participantes, tanto a las de esta última edición como a esas otras más veteranas, que han formado parte de dos experiencias anteriores que se han celebrado en el municipio.

Con este objetivo, acompañada por las concejalas de Bienestar Social, Carmen Bedoya, y de Atención al vecino, Gloria Bárcena, les ha hecho entrega de unos diplomas que constatan el esfuerzo, la constancia, las lágrimas, las risas, así como el afán de superación de unas mujeres que han caído para volver a levantarse.

“En 15 días defenderé mi tesis doctoral que, al igual de el Proyecto ‘Pura vena’, sin vosotras no tendría sentido”, ha recalcado Lucía Sierra Cano.

Lola Solarana, una de las participantes más veterana, reconoce que, para ella, su aproximación a la danza terapéutica, ha sido “una alegría increíble y una emoción impresionante”.

“Veníamos de aquella manera y con las clases hemos hecho un grupo genial porque tenemos mucho en común -en alusión a la enfermedad-”, relata esta enfermera jubilada.

“Hemos compartido experiencias, cada una la nuestra porque todas estábamos un poco tristes y angustiadas, ya que es una enfermedad muy común, pero también muy dura”, subraya.

Por su parte, Carmen Romaris asegura que lo suyo con la danza ha sido “físico, pero también mental”. Es más, reconoce que, “psicológicamente me renovó la vida y físicamente también” y es que, cuando llegó al programa “casi no tenía equilibrio”.

Aunque nunca había bailado porque a su marido no le gusta, iniciarse en la danza le permitió hablar con otras mujeres de molestias, síntomas y efectos secundarios del tratamiento, comunes entre las mujeres que han tenido cáncer de mama, como los calambres que comparte con Nuria.

“Ha sido terapéutico, me ha sacado del hoyo, he salido de una quimio donde no podía ni hablar y llegar hasta aquí ha sido una ventana abierta a la vida”, asevera.

Una experiencia personal convertida en un proyecto social

El Proyecto ‘Pura Vena’ surgió cuando Lucía Sierra Cano cursaba sus estudios en el Instituto Universitario de Danza Alicia Alonso de la Universidad Rey Juan Carlos, en el campus de Fuenlabrada, en Madrid.

Estaba en 3º de carrera cuando su madre se notó un bulto en el pecho, un carcinoma negativo, que resultó ser  un cáncer de mama.

Aunque había explorado el mundo de las artes terapéuticas, no lo había hecho en su plenitud y menos en colectivos como los enfermos de cáncer.

Sin embargo, consciente de lo mucho que la danza le había ayudado mucho, tanto a nivel emocional, para superar dificultades de aprendizaje (le diagnosticaron dislexia con 15 años) como a nivel profesional, se planteó en qué medida podía ser beneficiosa para su madre, una mujer de 42 años, con una vida normal, a la que detectaron un cáncer en un estado incipiente, pero con un diagnóstico bastante preocupante.

Posteriormente, fue entre los meses de noviembre de 2021 y febrero de 2022 cuando Lucía Sierra Cano  impartió las Jornadas del bienestar “La danza al servicio del cáncer de mama”, organizadas por la Asociación Cultural Mujeres de Piélagos, en colaboración con la Fundación ”la Caixa”  y el Ayuntamiento de Piélagos.

Medio centenar de mujeres afectadas por el cáncer de mama, que lo habían superado o que estaban en tratamiento, descubrieron en Piélagos, a lo largo de dos meses, los beneficios terapéuticos de la danza.

Aquellas jornadas celebradas en el Centro Cultural Quijano dieron comienzo con 8 participantes, pero, al final, terminaron formando un grupo de 12 ó 13. A ellas se sumaron, a través de una modalidad online,  una treinta desde distintos puntos de la geografía nacional  como Sevilla, Valencia, Barcelona, Asturias o Madrid.

Tras el éxito cosechado por las Jornadas del bienestar, en 2022, a lo largo de dos etapas (de abril a junio y de septiembre a noviembre), el Ayuntamiento de Piélagos, en colaboración con Lucía Sierra Cano, puso en marcha el I Programa del bienestar ‘Aplicando la danza para la sociedad’.

Como novedad, además de fomentar la práctica de este arte como recurso terapéutico para mejorar la calidad de vida de personas afectadas por el cáncer,  también se impulsó como un método de prevención para la sociedad, en general.

De esta forma, se impartieron en el Centro Cultura Quijano clases los viernes y lunes, en dos grupos: uno para mujeres con cáncer de mama y otro para mujeres, en general.

Una treintena de mujeres participó en cada una de las dos fases de aquel primer programa, que ha tenido su continuidad con una segunda edición, desarrollada entre los meses de abril y junio.